Primera edición de esta pequeña obra, escrita con el fin de ser el consuelo de muchos, para la salvación y animación de sus “almas”. 

“En la dedicatoria, el autor elogia las dotes del gobierno de Felipe II y su celo por la defensa de la religión, no perdonando gastos ni sacrificios…” – Pérez Pastor. 

Hombre de gran elocuencia, Antonio de Solis, jurista y catedrático de la Universidad de Salamanca, destacó por su recto juicio.

“Nadie puede tener perfecto contento -decía- ya sea rico, ya viene en pobreza; ya está sano, ya enfermo; ya tiene amigos, ya está cercado de enemigos. Uno está contento con el estado que tomó, otro tiempo está descontento. De mandera que nadie en esta vida puede tener perfecto contento ni consuelo.” 

Ejemplar con taladro de polilla marginal desde la hoja 169 hasta el final. 

Procedencia: Duque de Medinaceli (ex libris grabado en guarda superior) 

Palau 318542; Pérez Pastor: La Imprenta en Medina del Campo, 179.